A pesar del ajuste de cuéntas en curso entre el clan Buteflika y el general Tufik, el jefe de los temibles servicios secretos del DRS, el aprieto està en su apogeo en Argel. La visita a Marruecos del dirigente Tuareg Bilal Ag Chérif es difícil de digerir para los responsables argelinos.
Afrenta Suprema cara con Argel, donde se ha convertido en culpable el dirigente del movimiento Tuareg, que se fue buscando el apoyo de Marruecos para tratar de salir del callejon sin salida político en Malí. Sin embargo, la ira de los dirigentes argelinos es toda vez comprensible, Argel habiendo resuelto recientemente intentar un timido retorno al caso de Malí. Después del aislamiento de casi dos años consecutivos a su rechazo de cualquier acción contra los grupos terroristas en Mali, Argelia languideció de ver Marruecos fortalecer su posición en el Sahel. Ferozmente opuesto a un aumento de la influencia de Marruecos, Argelia hace constantemente valer, la ausencia de fronteras entre Marruecos y Mali. Pero el comunicado emitido por el MNLA tras reunirse Bilal Ag Sharif con el Rey Mohammed VI, ha terminado con el tiempo por enfriar el ardor de los dirigentes argelinos. Especialmente que el movimiento tuareg explicó su voluntad de participar «diplomacia activa con todos los Estados interesados por la paz y la estabilidad en nuestra región para superar los bloqueos y los obstáculos.»
La alusión no podía pasar desapercibida para Argel. El MNLA había impugnado la mediación de Argelia, al negarse a participar, el 19 de enero en Argel, en las conversaciones «exploratorias», patrocinadas por Argelia. Los dirigentes del MNLA habían sentido temprano la trampa de Argel, tratando al mismo tiempo de instrumentalizar otros movimientos tuareg rivales. Por otra parte, éstos ultimos también dieron portazo a la reunión largamente preparada por Argel.
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