Los informes de los servicios de inteligencia que escudriñan la evolución de la situación en el norte de Malí, hacen estado de la reciente llegada a Tombuctú y Gao de más de sesenta elementos provenientes de los campamentos de Tinduf, sede del Frente Polisario en Argelia .
Estos refuerzos del Polisario no son los primeros en acudir al rescate de los grupos yihadistas en el norte de Mali. En septiembre y octubre ya, varios informes han reportado la presencia de decenas de elementos armados en los campamentos de Tinduf. Los recién llegados reciben suculentas primas, los recursos en divisas de los emires de AQMI y del Mujao sido obtenidas por los rescates del canje de rehenes occidentales. El más reciente en este sórdido negocio conocio su desenlace en julio de 2012, después de la liberación de los tres cooperantes occidentales secuestrados en octubre de 2011 en los campamentos del Polisario en Argelia. Su liberación se había producido a cambio del pago de 15 millones de Euros al Mujao, que exigía el doble. Estos hechos no hacen que apoyar los informes que apuntan la implicación del Polisario en las grandes redes de tráfico de drogas, armas y munición con los grupos yihadistas presentes en el Sahel. La interceptación reciente en Argelia de una carga de cohetes y misiles antiaéreos procedentes de Libia, y que eran destinados para los grupos de AQMI y el Mujao en el norte de Mali, es un fuerte indicador de estas complejas conexiones.

Según los expertos, la superposición de estos datos proporciona, al menos en parte, una explicación de la fuerte oposición de Argel contra una intervención militar de la CEDEAO para liberar el norte de Mali. Para ellos, esta tenaz resistencia a cualquier intervención extranjera en la región sigue siendo incomprensible. Sin duda, traiciona el temor del DRS argelino para ver sus intervenciones secretas llevadas a cabo en los últimos veinte años, en los confines de las fronteras de Argelia con Mali y Níger, finalmente desenmascarada.