La salida en los medios de comunicacion del hijo de Gadafi, Seif al-Islam, ha fuertemente avergonzado a las autoridades argelinas. Sobre todo cuando Argel había negado obstinadamente, a lo largo de los últimos meses, los informes de su participación de ayuda a Gaddafi en su guerra contra la insurgencia Libia. Hay que decir que los desmentidos de Argelia mantenian un atisbo de duda sobre las acusaciones de la oposición libia, pero los propositos sin apelacion de Seif Al-Islam han sido una verdadera ducha fría para las autoridades de Argel. Tomàndo cuidado de precisar al diario argelino Al Khabar que «Argelia siempre ha sido un fiel aliado de Libia, a diferencia de otros países árabes, cuyas posiciones son indignas», el problemático hijo de Muammar no se dio probablemente cuenta de su imprudencia. Hablo un poco demasiado hasta hundir a sus discretos benefactores. Ya que Argel, había actuado siempre con gran precaución. Los generales y otros altos oficiales que tenían el control de la larga frontera entre Argelia y Libia, velando en actuar a través de medios discretos.

El clan Gadafi debería seguir recibiendo asistencia en armas y mercenarios, pero en la mayor discreción. Sin embargo, estos movimientos ocultos no han pasado desapercibidos. Muchos informes, incluidos los de la OTAN, informarón de la salida del territorio argelino de cientos de mercenarios transportados hasta Libia para ayudar a Gadafi. Mohamed Yeslem Beissat, ex embajador del Frente Polisario en Argelia, ha jugado y juega todavía, según fuentes bien informadas en Argel, un papel clave en este teje-maneje. La dirección del Polisario no ha dudado en confiarle la misión de rescatar a su viejo aliado Gadafi. Sobre la base de sus relaciones con los líderes influyentes de la DRS, los temidos servicios de inteligencia militar argelina, Beissat ha hecho pasar a cientos de combatientes del Polisario a través de la frontera con Argelia a Libia. Por lo tanto, después de haber trabajado activamente en los años 70 y 80 contra las tropas del ejército marroquí en el Sáhara Occidental, el Viejo Argel-Trípoli-Polisario demuestra que sigue aun en funcionamiento.