En Kigali, Marruecos ha dado un golpe. Al decidir de reintegrar la Unión Africana, Rabat puede que ha empezado un proceso que podría invalidar todo lo que Argelia ha construido para soportar el Polisario y su fantasiosa república dentro de la UA.

El rey Mohammed VI no ha ido por cuatro senderos ni tampoco por las ramas en el mensaje a la Cumbre de la UA, abierto el 17 de julio en la capital de Ruanda. Si Marruecos habia dado un portazo a la OUA hace más de tres décadas, es porque el reconocimiento de un pseudos estado del Polisario en el Sahara era difícil de aceptar por el pueblo marroquí.

«De hecho, es difícil aceptar que el reino, nación perene y ancestral, sea comparado a una entidad que no tiene atributo de soberanía, desprovista de cualquier representación o efectividad», insistió Mohammed VI.

Hoy en día, las cosas han cambiado desde que la mayoría de los 34 países de África ya no reconocen el Estado presunto promocionado por el Polisario y Argelia. Muchos nunca lo han reconocido. E incluso entre los 26 países que habían cedido a los ruegos de Bumedienn y Gadafi en 1984, sólo una docena de países permanece todavía.

Mohammed VI plantea la verdadera cuestión de si la UA permanecerá en fase con la posición nacional de sus propios estados miembros. Una actitud de la UA aún más anacrónica que la República del Polisario no es reconocida ni por la ONU ni la Liga Árabe o la OCI (Organización de Cooperación Islámica), o por cualquier organización internacional o regional, y mucho menos por cualquier gran capital en el mundo.

A partir de ahí, la llamada de Mohammed VI a la UA para restaurar la legalidad y corregir los errores de trayecto, dejando la ONU continuar con su proceso de solución de la cuestión del Sahara.

De ahí también la cuestión del futuro de la república del Polisario en la organización panafricana. Sobre todo que Marruecos ha comenzado su regreso a petición de muchos países africanos, no dejará más a Argelia y Sudáfrica a actuar a su manera en un tema tán sensible para él como la cuestión del Sáhara.