Después del momento de estupor del principio, es el abatimiento en la sede del Polisario en Argelia, la televisión pública sueca STV ha anunciado la decisión de Estocolmo de renunciar a reconocer la República Saharaui.

Según una fuente bien informada en los campamentos de Tinduf, la consternación ha dado paso a la incomprensión en este 14 de enero por la noche. Reunidos de urgencia, Mohamed Abdelaziz y sus lugartenientes no saben cómo descifrar la respuesta sueca. Sin embargo, el gobierno de Estocolmo mostró buenas disposiciones hacia el frente separatista saharaui apoyado por Argelia.

Unas semanas antes, el ejecutivo sueco formado por una coalición de los socialdemócratas y los verdes se había planteado la posibilidad de reconocimiento de la RASD, la República del Sáhara Occidental por Estocolmo. Pero eso fue sin contar con la vigilancia de Marruecos cuya diplomacia ha reaccionado enseguida, advirtiendo los suecos contra el gran error que estaban a punto de cometer. Faltaba por poco para que Suecia se convirtiera en el primer país europeo en reconocer una república teórica.

Y es obviamente los criterios geopolíticos y legales justificando el reconocimiento de un estado que deberia invocar la jefa de la diplomacia sueca, Margot Wallström, explicando la decisión de no reconocer a la República del Sahara, ha detallado la SVT.

Para ello es de hecho una decisión del gobierno de izquierda sueco que inclinó la balanza a favor de la legalidad internacional. En el momento en que la república autoproclamada por el Polisario y Argelia no cumple con los criterios internacionalmente aceptados, por lo que no es posible reconocer un estado que existe sobre el papel, y no en la realidad.

Para Estocolmo, otras consideraciones han entrado en la linea de cuenta, especialmente el hecho de que Marruecos es un «países influyente en el mundo árabe», ha insistido en subrayar la cadena de televisión pública sueca.