La nominacion de Khadija Hamdi en el puesto de ministra de cultura, no parece ser sido avalada por cieros miembros “historicos” de la direccion del Frente Polisario.
En efecto, la impetuosa esposa del secretario general del Frente, parece tener una concepción muy personal de su funcion, y ha despedido la ultima semana, varios miembros del embrión de su administración, provocando la ira de los jefes historicos del movimiento revolucionario. En el corazon del problema : la desaparición “espontanea” de varios objetos arqueologicos entrepuestas dentro de los locales ocupados por la Sra Hamdi en Bir Lehlu, que habria luego heco una “reaparición” milagrosa en España, donde un miembro influyente del Frente habria intentado revenderlos a un encubridor de origen peruano. Este ultimo, alertado por varios articulos haciendo estado de degradacion de parajes prehistoricos, habria alertado las autoridades locales que embargaron los algunos silex, asi como piedras componiendo un monumento funerario.
Alertado por la desaparición de piedras y su aparicion en España, la Sra Hamdi, habria rechazado corroborar la version del traficante, que afirmaba ser mandatado para “ cederlos a un museo”.

Ahora bien, parece que el tio del traficante no es otro que uno de los fundadores del Frente Polisario, que habria acudido imediatamente hacia Mohamed Abdelaziz, para protestar de la buena fé de su sobrino. Después de algunos enredos, la esposa del secretario general del frente, ha debido doblegarse a las exigencias de su marido, y confirmar que fue ella la que dio el visado para la salida de las piedras.