Los responsables argelinos todavía les es dificil reponerse del golpe de los se están desvios de la ayuda internacional a los campamentos de Tinduf, disparan en la oscuridad para tratar de desacreditar el informe acusador de la UE, salvo reconocer implícitamente la asistencia interesada de Argelia al Frente Polisario.
Ramtane Lamamra, ministro argelino de Asuntos Exteriores, està el mismo a la vanguardia en este improvisado contra ataque en caso de emergencia. Su departamento ha rápidamente ordenado la intervención de los medios de comunicación argelinos, algunos de los cuales fuera de si, no dudarón en calificar como «falsas» las acusaciones contenidas en el informe de la Oficina de Lucha contra el Fraude de la Unión Europea.
Visiblemente acorralados, los responsables argelinos creen que es necesario tomar las acusaciones de desvio de productos de la ayuda humanitaria enviados a Tinduf por la Unión Europea por una «broma». Los desmentidos que, sin embargo, van en contra de la seriedad del informe de la organización europea que realizó la encuesta in-situ desde la llegada de la ayuda humanitaria internacional al puerto de Orán.
Incluso mencionó los nombres de los responsables argelinos y del Polisario involucrados en el tráfico. Las filiales se activan metódicamente desde la operación de selección de la ayuda internacional hasta la reventa de las grandes cantidades desviadas, incluidos los de la UE que se cifràn en 10 millones de euros.
Sin embargo, cegados por la ira, los medios de comunicación llamados en socorro por Lamamra no tomarón las precauciones habituales queriendo que Argelia no es parte en el conflicto del Sáhara Occidental. Uno de estos medios de comunicación, montados sobre su gran caballo, dijo enfáticamente: «Argelia no es un pais pirata y 10 millones de euros es un simple sándwich para un país como el nuestro.» En el ardor de la diatriba, arremetió, recordando imprudentemente que Argelia gasta «durante muchos años varios millones de dólares» para el Polisario.
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