La reciente decisión de la Cámara de Representantes de incluir el Sáhara Occidental en el ámbito de la utilización de la ayuda militar de Estados Unidos a Marruecos, fue severamente sentida por los dirigentes argelinos que preparan una respuesta de gran lobbying, según fuentes bien informadas en Argel.

El nuevo texto aborga una ley que data de 2011 que excluía el territorio saharaui de la ayuda militar a Marruecos. Esta ayuda es tradicionalmente diseñada para abastecer a Marruecos en equipo militar y capacitación de oficiales marroquíés en los Estados Unidos.

Sin embargo, los dirigentes argelinos les ha sido muy dificil digerir este reajuste americano. Lo ven como una negación de su posición en contra de cualquier solución política en el Sáhara Occidental, en particular el plan de autonomía propuesto por Marruecos. Medios cercanos al DRS, los servicios secretos argelinos, incluso sintieron que la iniciativa de congresistas americanos representaba una puñalada en la espalda.

Es el resentimiento causado por esta decisión, que ha decidido los responsables argelinos de revisar exhaustivamente sus acciones ante los grupos de presión estadounidenses, explican las fuentes. Los argelinos, conscientes de las implicaciones políticas de la decisión de los congresistas estadounidenses, están mirando a la elaboración de un plan para tratar de «limitar el daño». El objetivo es revertir la decisión de los legisladores de Estados Unidos a través de un cabildeo más centrado y a mayor escala a favor del Polisario.

El ministro de asuntos exteriores de Argelia supervisa personalmente los detalles de esta campaña de presión. Ramtane Lamamra exigió millones de dólares que deberiàn ser inyectados para las necesidades de esta operación a gran escala. El jefe de la diplomacia argelina habría logrado sin gran dificultad los millones solicitados, a pesar de las dificultades financieras de Argelia, que está gravemente afectada por la caída de los precios de los productos derivados del petróleo en el mercado mundial.