El Polisario se enfrenta a sus propios disidentes. La ala de los halcones, encabezada por Mohamed Abdelaziz con el apoyo de la DRS (la inteligencia militar argelina), está decidida a sacar provecho de la violencia del 8 de noviembre en El Aaiún para mantener la presión sobre Marruecos. Enfrente, el clan de los moderados quiere atenerse al proceso en curso en la ONU para la búsqueda de una solución consensuada. Cita como prueba el enfoque adoptado por el Consejo de Seguridad, que rechazó la propuesta de enviar una misión de la ONU para nvestigar los hechos. El campo de los moderados cree que ésta posición es indicativo de las verdaderas intenciones de la ONU. Para ellos, es evidente que el Consejo de Seguridad se niega a quedar atrapado en el juego de presión y el mapa de los derechos humanos, haciendo hincapié en el proceso de negociaciones y la búsqueda de una solución política consensuada. La posición de éste clan se hizo más audible desde la detención del ex responsale del Polisario, Mustafa Salma Ueld Sidi Mulud, y la ola de descontento que ésta detencion sigue despertando en los campamentos de Tinduf.

Al igual que Mustafa Salma que se atrevió a defender el plan de autonomía propuesto por Marruecos para sacar el conflicto del Sáhara Occidental del callejón sin salida, muchos saharauis de Tinduf comienzan a desafiar la ley del silencio impuesta por el Polisario entorno a ésta cuestión.De la tribu de Rguibat que se sentía humillado por la detención de uno de sus miembros, que ademàs es el ex jefe de policía del Polisario, a los jóvenes desempleados, cansados de esperar a que una improbable independencia prometida durante décadas, la detención de Mustafa Salma reveló todas las contradicciones que el DRS y el Polisario han tratado de cubrir más o menos éxito desde hace años. En la tormenta de los medios de comunicación actuales, ambas partes parecen neutralizarse entre sí. Pero el clan de los duros teme más que nada un rápido retorno a la calma a nivel internacional, que arriesga plantear sobre la delantera del escenario el malestar persistente en Tinduf.