Zambia retiró su reconocimiento a la quimérica República Saharaui «RASD» y anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con la entidad autoproclamada etiquetando el camino para otros países africanos de habla inglesa que, bajo la presión del régimen argelino seguirán apoyando erróneamente, los mercenarios del Polisario.

La ruptura con el movimiento separatista saharaui fue anunciada este sábado por la noche en Rabat por el canciller de Zambia Harry kalaba, que se encuentra de visita en Marruecos, tras su reunión con el Ministro de Asuntos Exteriores y el Ministro cooperación, Nasser Bourita.

Esta decisión es recibida con gran satisfacción del lado marroquí sobre todo cuando emana de un país africano de habla Inglés, largo tiempo engañado al igual que otros países de África, po los tejes manejes diplomáticos argelin abiertamente hostiles a Marruecos y su integridad territorial. Sin embargo, cae como un hacha sobre la cabeza de los gobernantes de Argel, y más en la del secesionista Brahim Ghali, que fue impulsado por el DRS (inteligencia militar de Argelia) a la dirección del Frente Polisario y la RASD, reemplazando a Moamed de Abdelaziz, que murió el 31 de mayo,

En una puesta en escena patente, Brahim Ghali, impuesto por los generales del DRS como el único candidato, fue aclamado como todo el mundo esperaba, en el 15°congreso extraordinario celebrado el 8 y 9 de julio en el campamento de Dakhla , uno de los campamentos de Tinduf establecidos en el desierto de Argelia.

Al comentar sobre la ruptura entre el gobierno de Lusaka y el Polisario, un diplomático africano acreditado en Rabat considera que la decisión es completamente normal por parte de Zambia que finalmente se dio cuenta del alcance peligroso de las maniobras políticas orquestadas desde los tiempos de la guerra fría, por Argelia en África, especialmente en el área de habla Inglés, donde disfruta de un valioso apoyo de las dos principales economías del continente, Sudáfrica y Nigeria. Es pués, ha deducido, una especie de prima de Zambia a Brahim Ghali, a raíz de su supuesta elección puesta en escena en Tinduf bajo la atenta mirada de los oficiales del DRS y el ejército argelino.