La reciente abertura del Polisario ante Suecia ha creado proyectos más ambiciosos en la cabeza del jefe de la diplomacia argelina, Ramtane Lamamra que pidió y recibió 10 millones de € adicionales para financiar los viajes de los representantes del Frente saharaui en los países escandinavos, de acuerdo a una fuente bien informada en los campamentos de Tinduf.

Para Lamamra, es para los canales diplomáticos argelinos de asegurar, en coordinación con los servicios del DRS, la presencia y el movimiento cuasi-permanente de militantes del Polisario en Dinamarca, Noruega e Islandia. La visita del pasado sábado en Oslo, de una delegación del frente saharaui encabezada por M’Hamed Khaddad, forma parte de esta estratégia.

El objetivo es capitalizar el precedente de Suecia, el gobierno socialdemócrata blandió la posibilidad de reconocer la república saharaui. La RASD, la república autoproclamada por el Polisario, con el apoyo de Argelia y Libia de Gaddafi en 1976, sin embargo, no está reconocida por la ONU, ni las principales capitales del mundo. Todos creen que el estado reclamado por el Polisario bajo el nombre de la RASD no dispone de atributos de estado como se reconoce en el derecho internacional.

Es precisamente en este muro de la negación que el ministro de Relaciones Exteriores de Argelia busca abrir una brecha, dijo la fuente. En los cálculos del jefe de la diplomacia argelina, el siguiente paso debería dedicarse a poner toda la presión para reunir a otros países nórdicos al apoyo del Polisario.

Al mismo tiempo, se trata de silenciar el plan de autonomía propuesto por Marruecos para la solución de este problema, que envenenó las relaciones entre Marruecos y Argelia. Esta es la única manera, dijo Lamamra, de romper esta excepción de inadmisibilidad propuesta por la Unión Europea para el reconocimiento de un Estado dirigido por el Polisario en el Sáhara Occidental.