Según una fuente bien informada en la sede del Polisario en Tinduf, reuniones de de coordinación reunieron en la víspera de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, los altos mandos del DRS de Argelia y la dirección del Frente saharaui, con un objetivo principal de tratar de disipar el plan marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental, y para presionar a Francia, que apoya el proyecto.

La operación de influencia es destinada a ser llevada sobre dos frentes, diplomático y mediatico. La acción fue montada por los responsables argelinos, junto con el intento de volver a poner sobr la silla de montar la Unión Africana sobre la cuestión del Sáhara Occidental. Pero Ramtane Lamamra, ministro de Relaciones Exteriores de Argelia no se hace ilusión sobre la capacidad de la UA para ejercer influencia, desacreditada por sus sucesivos fracasos en la solución de conflictos en África. Difícil de contar con un organismo continental agobiado por los repetidos fracasos, ya sea en África Central, en Malí, o en Sudán del Sur …

Convencido de la incapacidad de la Unión Africana para influir en el curso de los acontecimientos, el jefe de la diplomacia argelina decidió jugar al mismo tiempo la carta que le gusta: contactos bilaterales en el marco de la ONU en Nueva York. El objetivo es hacer endosar a Marruecos la responsabilidad del bloqueo que conoce la cuestión del Sahara Occidental, al tiempo que presenta a Francia como el único país que apoya el plan de autonomía marroquí.

Una situación aún más precaria que el enviado de la ONU, Christopher Ross, que estaba de gira en los países de la región en septiembre, no logró ningún avance.

Todos estos datos hacen que Ramtane Lamamra contemple su misión como una carrera contra el tiempo, dice nuestra fuente. Esto, en un momento en que las principales capitales occidentales se alarman cada vez más por el crecimiento de la solución preconizada por Argelia, y consistente en crear un estado independiente en el Sáhara Occidental bajo el control del Frente Polisario.

En Europa como en los EE.UU. y en otros lugares, consideran está solución como el peor escenario que puede suceder en una región ya un poco desestabilizada por la proliferación de grupos terroristas y movimientos yihadistas y secesionistas, ya sea en Malí, Libia o en Argelia misma, insiste la misma fuente.