La presidenta del centro Robert F. Kennedy (RFK) de derechos humanos, Kerry Kennedy, especialista en el cabildeo internacional, salió de sus gongs en la víspera de la aprobación por el Consejo de Seguridad del informe Anual 2015 del SG de la ONU sobre la cuestión del Sahara Occidental.

Kerry Kennedy, que tiene la costumbre de multiplicar en estos casos, sus medios de comunicación y campañas hostiles anti-marroquíes para defender supuestamente la causa del Frente Polisario en su conflicto territorial con Marruecos, ha confiado entre bastidores a sus cercanos, que está consternada por el nuevo informe anual de Ban Ki-Moon sobre el Sáhara Occidental.

Ella, que concluyó un acuerdo muy bien pagado con los dirigentes de Argel prometiéndoles la ampliación del mandato de la MINURSO a los derechos humanos en el Sáhara Occidental, fue interpelada, según un diplomático estadounidense en contacto con el Centro RFK por miembros de la embajada de Argelia en Washington que le pidieron cuentas sobre el fracaso de su misión.

La diplomacia argelina ha apostado grande sobre esta carta de presuntas violaciónes de los derechos humanos en el Sáhara Occidental para debilitar la posición de Marruecos sobre el escenario diplomático internacional, pero para gran asombro de los argelinos y los dirigentes del Polisario, el SG de Naciones Unidas ha planteado esta cuestión en ningún pasaje de su informe de 2015.

Peor aún, Ban Ki-Moon ha recomendado y por primera, en el Consejo de Seguridad de hacer presion sobre Argelia y el Polisario para que un censo de los refugiados en los campamentos de Tinduf, sea organizado, tan pronto como sea posible.

Es sobre la base de este amargo hecho que los miembros de la misión diplomática de Argelia en Washington convocaron a Kerry Kennedy para hacerla responsable. Incluso podrían pedirle, según la misma fuente, la devolución de los importes recibidos por no ser capaz de cumplir con sus obligaciones.

Estas negociaciones, como lo quiere la tradición en este tipo de acuerdos fueron rodeados de total secreto para evitar su mediatización a favor de la posición del vecino marroquí.

Por otra parte, para calmar la furia de los diplomáticos argelinos, la presidenta del Centro Robert F. Kennedy se ha apresurado la semana pasada para renovar su llamamiento al Consejo de Seguridad, instándolo a prorrogar el mandato de la MINURSO a la supervisión de derechos humanos en el Sáhara Occidental.

El Consejo de Seguridad debe decidir en 30 de abril actual, en el informe de Ban Ki-Moon y la prórroga del mandato de la MINURSO.