La reciente investidura  del nuevo presidente maliense Ibrahim Bubacar Keita ha sido muy mal vivida por la dirección del Polisario, cuyo jefe entro en un berrinche por haber sido ostensiblemente dejado de lado de la lista de invitados.
Según fuentes bien informadas en Tinduf, el cuartel general del Polisario en Argelia, Mohamed Abdelaziz aún no se ha recuperado del revés sufrido en Mali. Ni siquiera Argel no ha podido hacer nada, la solicitud de aclaración enviada por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Argelia a las nuevas autoridades de Bamako ha quedado sin respuesta. Después de haber probado los placeres de ser el anfitrión de reuniones africanas a través por la intromision de los de diplomáticos argelinos que no miraban los gastos, Mohamed Abdelaziz es actualmente enfrentado a un dificil período de vacas flacas, dijeron las fuentes. La travesia del desierto por el jefe del Polisario comenzó ya con la caída del régimen de Gadafi. Mohamed Abdelaziz, amaba y disfrutaba apasionadamente ser fotografiado junto al dictador libio. Todo esto pertenece al pasado. Ahora la situación ha cambiado y la mayor parte del África subsahariana y el África occidental, el jefe del frente apoyado por Argelia se convirtió formalmente o implícitamente, en persona non grata. Por supuesto, los dirigentes del Polisario saben que seguirán siendo generosamente apoyados por el potente DRS, los servicios de inteligencia militar argelina en la lucha contra Marruecos en el Sáhara Occidental. Pero sus miembros son cada vez más preocupados por la presencia incierta del Frente saharaui en África subsahariana y en África en general.
Una situación preocupante en la que los dirigentes del Frente Polisario están convencidos que el Frente mismo està pagando el pato, por la pérdida de terreno de Argel en el Sahel. La ceremonia de Bamako con motivo de la investidura por todo lo alto del nuevo presidente IBK es el ejemplo perfecto.