El juicio del caso Gdeim Iizik en el que un tribunal de Rabat, dijo su última palabra fue una oportunidad de oro para el Polisario de hacer sacar su gran juego, pero el veredicto del tribunal militar de Rabat cayó el domingo como una guillotina sobre la dirección del movimiento independentista saharaui. Los 24 individuos acusados del asesinato de once militares marroquíés el 8 de noviembre de 2010, durante el desmantelamiento del campamento de Gdeim Izik cerca de El Aaiún, fueron condenados de 2 a 30 años de prisión y nueve otros demandados, incluyendo a un fugitivo, fueron condenados a cadena perpetua. Partiéndo de la base de una simple reunión de los habitàntes de El Aaiún para las demandas sociales, ésta manifestacion, como lo muestra las fotos y los vídeos en YouTube y otras redes sociales, se convirtió rápidamente en un sangriento enfrentamiento entre las fuerzas del orden y un grupo de manifestantes encapuchados y provistos de armas blancas ,cokcteles molotov y de bombonas de gas utilizadas como bombas incendiarias. Los dirigentes del Frente Polisario, dice un analista militar español solo habían marcado la mitad de un punto en contra de Marruecos en estos acontecimientos, ya que habían planeado una provocación de los servicios de seguridad marroquíes para instigarles a cometer un derramamiento de sangre que pasarian desapercibido para la comunidad internacional. Los marroquíes se dieron cuenta de la trampa que les fue tendida y orden fue dada a las fuerzas de intervención para un máximo de moderación.

El juicio de los 24 acusados constituia una  segunda ronda, donde, según el analista, el Polisario esperaba sentencias de muerte que encenderiàn las protestas en las ciudades del Sáhara Occidental, lo que sería un nuevo desafio para el beneficio de los independentistas saharauis que reclaman el derecho para la Minurso en elcontrol de los derechos humanos en la región. Las autoridades marroquíés que están en pie de guardia hicieron todo lo posible para garantizar un procedimiento justo y transparente, haciéndo abortar el nuevo plan de los hombres de Mohamed Abdelaziz, líder del Polisario. Una ultima queda aun entre las manos del Polisario, es la de llamar a su ayda, las ONG, las asociaciones internacionales y partidos políticos occidentales que apoyariàn su causa, para hacer campaña en contra de la sentencia de Gdeim Izik, y por extensión contra Marruecos y su política cara la cuestión del Sáhara Occidental. Es pués una guerra no declarada que libran ambas partes y que Marruecos parece, según el analista, llevar con delicadeza y podría marcar varios puntos a su favor al final de ésta batalla.