Christopher Ross no ha ocultado la sensibilidad de su papel como mediador de la ONU en el conflicto del Sáhara Occidental. Celebrando una reunión en Rabat con personalidades asociativas marroquíes, el negociador de la ONU recordó que estaba sobre el filo de la navaja en su delicada misión para desbloquear las negociaciones.
Al menor paso en falso, Christopher Ross sabe que puede sufrir la misma suerte que su predecesor, Peter Van Walsum. En 2008, en efecto, el mediador de la ONU había sido acorralado por Argel, y en segundo lugar por el Polisario, a tirar la toalla después de llegar a la conclusión de que la opción de la independencia del Sahara Occidental no era realista. Para evitar la repetición del escenario de Van Walsum, Christopher Ross se cuida tanto de mostrar la menor simpatía por la oferta de autonomía propuesta por Marruecos, a riesgo de irritar Argelia tal como lo ha hecho el mediador holandés.
Pero, por otro lado, asegurándose también de distanciarse de la propuesta de Rabat, Christopher Ross rozó la complacencia con las posiciones del Frente Polisario, que son notoriamente dictadas por Argel.

Por lo tanto, ha centrado su atención en la cuestión marginal de la modificacion de competencias de la MINURSO, desviàndose del objetivo principal de la reanudación de las negociaciones sobre una base realista, según lo recomendado por el Consejo de Seguridad. En su defensa, Christopher Ross fue atrapado por el estancamiento en las negociaciones informales que girabàn en redondo. Ahora que las cosas se han aclarado sobre el objetivo final de las negociaciones, Ross retoma su papel de mediación, bien apoyado por las resoluciones del Consejo de Seguridad.
Sin embargo, el americano Christopher Roos està hoy en dia obligado a maniobrar con habilidad, a sabiendas de que la propuesta de autonomía marroquí es considerada por la comunidad internacional y las grandes potencias como una sólida base para la negociación. Empezàndo por los Estados Unidos, entre ellos la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton que ha aun  aclarado, el 13 de septiembre, la posición de Washington sobre el tema. Esto fue «claramente especificado» por los Estados Unidos, ha insistido la responsable americana: «El plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental es serio, realista y creíble».