El Polisario y Argelia han apostado hasta el último minuto sobre la retirada de Marruecos de la cumbre de la UA-UE en Abiyán, pero sus cálculos fueron completamente distorsionados por el Rey Mohammed VI, quién decidió participar en persona a la gran misa euroafricana que se celebrará los días 29 y 30 de noviembre en Costa de Marfil.
Al decidir definitivamente darle la espalda a la política de la silla vacía, Rabat demostró que entendía el juego del Polisario y Argelia y se volvió pragmático. Ya fuertemente presente en África a nivel económico y diplomático, Marruecos está decidido a estar presente también en todas las instancias de la Unión Africana.
Además, presente o no, los dirigentes del Polisario no tienen influencia en este tipo de reuniones en la cumbre. Y la República teórica del Sahara, la «RASD» autoproclamada por el movimiento separatista con el apoyo de Argelia, que es reconocida sólo por una minoría de estados africanos (13 de los 53 países).
Por su parte, la Unión Europea, el socio de la UA en la cumbre de Abiyán, ha insistido en que la participación de la «RASD» no significa un reconocimiento europeo de esta entidad no reconocida por la ONU ni por ninguna gran capital en el mundo.
Por su parte, Marruecos ha preferido no hipotecar su posición política y económica privilegiada en el África occidental y en varios países subsaharianos, por una ausencia inútil de la Cumbre euroafricana en Abiyán.
Además, el Reino se beneficia de su política de integración de los migrantes subsaharianos, cuya situación ha regularizado en más de 24,000 hasta ahora. Esto, en un momento en que el tema de la migración debería estar en la cima de las conversaciones de la cumbre en Abiyán, después del escándalo de la venta de inmigrantes africanos como esclavos en Libia.
Varios jefes de estado africanos se han indignado por esta infamia, mientras que el presidente de Níger Mahamadou Issoufou insistio para que este escándalo de la esclavitud sea puesto de relieve en la agenda de la cumbre a la que asistirán más de 80 jefes de Estado y de los gobiernos de Europa y África.