Según fuentes bien informadas en los campamentos de Tinduf, el Polisario está completamente acabado por la fuerte impresión dejada por el discurso conmovedor pronunciado por el rey Mohamed VI el martes ante la 28ª cumbre de la Unión Africana, donde Marruecos había hecho el día antes un regreso triunfal en la organización panafricana.

Hasta el último momento, el Polisario se había basado en la capacidad de Argelia y Sudáfrica para bloquear o al menos retrasar la reintegración de Marruecos. Pero fue inútil. Los diplomáticos argelinos sacaron objeciones de orden jurídico y de procedimiento, la inmensa mayoría de los países africanos tuvieron la última palabra. La  cuarentena de los países miembros de la UA insistieron en la vuelta de Marruecos a la UA a partir de està cumbre, sin demora y sin rodeos.

Sin embargo, el jefe del Polisario no estaba al borde de sus penas. Al día siguiente, el martes, el impacto de la intervención del Rey en Addis Abeba y su intervención calurosamente aplaudida por los jefes de Estado africanos reunidos en la capital etíope, terminó eliminando toda esperanza de Brahim Ghali. El jefe separatista vio sus últimas esperanzas hundirse junto con los intentos fallidos de Argel y Pretoria.

Sobre todo que las palabras de Mohamed VI no eran para subir la moral ni a Argelia ni al Frente Polisario. El regreso de Marruecos a la Unión Africana no se ha llevado a cabo «por la pequeña, pero a través de la puerta principal», ha insistido. «La cálida bienvenida reservada de hoy por nuestros hermanos africanos lo testifica.»

De hecho, dejando la OUA en 1984 para protestar contra la admisión de la República del Polisario bajo la presión de Argelia y la Libia de Gadafi, Marruecos no había dejado hasta ahora África. Las pruebas ? Mohammed VI los citó recordando cifras en apoyo las fuertes relaciones bilaterales forjadas por Marruecos a lo largo de los últimos años en todo el continente.