Todo parecia ir sobre ruedas, cuando repentinamente, la màquina se ha atascado para los intereses de Argelia y del Frente Polisario en los Estados Unidos, a raiz del nombramiento de Hillary Rodham Clinton a la cabeza de la secretaria de estado para asuntos exteriores. Este nombramiento para nada del gusto de Argel, que habria preferido que la entrada en la materia de su nuevo embajador, se desarrolle de otra manera.
Asi pués, el presidente Argelino, Abdelaziz Buteflika, viniendo de proceder a un cambio en éste puesto, nombrando en setiembre ultimo, Abdelah Baali, un diplomàtico que estaba en puesto en la ONU, donde se enfrentaba regularmente con Marruecos acerca de la cuestion del Sàhara. Nombràndo Baali en Washington, el presidente Argelino, quiso en efecto dàr una nueva envergadura a la campaña anti-marruecos, orquestrada con la ayuda-asistencia de gabinetes de lobbysmos proxima de los republicanos. De la noche del lunes al martes, el nuevo embajador ha asi pasado la mitad de su tiempo colgado al telefono con el palacio de la Muradia, y la otra mitad, a intentar de hallar nuevos enlaces proximos de la nueva « Dama fuerte » de la diplomàcia Americana.

Efectivamente, la tarea es ardua, ya que si la tendencia del gabinete Bush en favor del plan de autonomia propuesto por marruecos continua con el Gabinete democràta, es toda la estrategia Argelina que se encontràra a mal, cuando incluso el presidente Buteflika apostaba sobre un cambio de alianza en su favor con la llegada del presidente Obama. La unica pega en éste dossier, es de gran envergadura, el nuevo presidente Americano, en materia de politica exterior, parece querer dàr a la ex-primera dama toda la latitud para gestionar los conflictos considerados como « menores » entre ellos, el de el Sàhara. El embajador Baali va a tener que sudar tinta negra, ya que su llegada a Washigton serà una verdadera prueba de fuego… si se queda en el puesto màs de seis meses.