Rey Mohammed VI ha fuertemente puesto en aprieto la dirección del Polisario recordando el sábado en el discurso del trono que Marruecos había conseguido hacer de 2016 «el año de la firmeza» en la cuestión del Sahara, mientras que el movimiento saharaui apoyado por Argelia contaba en hacer de él «un año decisivo».

El reino ha plantado cara con «la máxima firmeza a las declaraciones falaces y a los  comportamientos irresponsables» que estropearón la gestión de la cuestión del Sahara, dijo el monarca marroquí en el discurso del trono dirigido a la nación el 30 de julio con motivo de la 17 ° aniversario de su entronización.

Mohammed VI hizo claramente alusion a la crisis que había opuesto a Marruecos a Ban Ki-Moon, añadiendo que se habían tomado las medidas necesarias para «poner fin a estos errores peligrosos».

Y al tiempo que reiteró la disposición del reino de permanecer abierto a un «diálogo constructivo» para llegar a una solución política del conflicto sobre el Sahara, Mohammed VI, no obstante, ha afirmado que Marruecos no cedera a » ninguna presión o intento de extorsión en un caso que es sagrado para todos los marroquíés «.

El soberano marroquí sobre todo ha revuelto el cuchillo en la herida que duele más al Polisario y a los dirigentes argelinos. Recordó que los adversarios de Marruecos se habían convertido en «enrabiados y locos» por el desarrollo y el desarrollo económico y social experimentado por las provincias del Sahara.

Los proyectos de desarrollo en marcha en la región y las oportunidades que ofrece la regionalización para promover la participación efectiva de la comunidad en la gestión de sus asuntos, hará de la región del Sahara un polo económico integrado y un eje para sus intercambios comerciales entre Marruecos y su profundidad africana.

Una perspectiva reforzada por la decisión de Marruecos de reintegrar la Unión Africana con el apoyo de 28 estados. Esta mayoría de los países africanos, al mismo tiempo introdujeron una moción pidiendo la suspensión de la República Saharaui, la República del Sahara proclamada por el Polisario y Argelia, pero no reconocida ni por la ONU ni por ninguna capital importante en el mundo.