En el momento en que el Polisario se encuentra bajo la amenaza de una acción armada de Marruecos debido a sus incursiones en la zona de amortiguación, bajo la supervisión de la Minurso, el frente separatista apoyado por Argelia enfrenta otra amenaza, interna, frente a sus oponentes dentro de su cuartel general de Tinduf.
Según fuentes creíbles en los campamentos de Tinduf, el jefe del Polisario, Brahim Ghali, ha reforzado el control de todas las voces disonantes, obligando a cientos de saharauis a abandonar los campamentos para ir a España o Mauritania por temor a ser liquidado
En plena lucha con Marruecos, los halcones del Polisario se dispusieron a reprimir a los moderados saharauis de Tinduf. La única culpa de estos últimos es ser favorables al plan de autonomía defendido por Marruecos en el Sahara, y francamente hostil a la alineación ciega del liderazgo del Frente sobre los generales argelinos.
Con este cerco de seguridad en los campos, decidido por instigación de altos oficiales argelinos que controlan de principio a fin la cadena de mando en los asuntos del Polisario y los campamentos, las milicias armadas leales a Brahim Ghali están amordazando todos los oponentes saharauis
En este paso, la línea de jefes de inteligencia militar argelina es clara: el contexto de la escalada de tensión con Marruecos requiere que el Frente Polisario presente un frente unido, donde no haya lugar para las voces opuestas a la línea dictada por el liderazgo del Frente.
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