La situación en los campamentos de Tinduf continúa deteriorándose y el descontento de la población saharaui es tal que el jefe del Polisario convocó a los dignatarios del movimiento separatista para volver a vivir en los campamentos con sus familias con el fin de dar el ejemplo.

Brahim Ghali, cuyos comentarios fueron reportados por un sitio web separatista, se ha tornado en inaceptable que los apparatchiks del Polisario y sus familias sigan  viviendo en la comodidad de sus chalets y apartamentos de lujo en España, cuando los saharauis están sometidos a las peores condiciones en campamentos improvisados.

El cabecilla del frente separatista apoyado por Argelia, dijo que su decisión era «indiscutible y que podría ser objeto de chantaje o presión.» Incluso amenazó con tomar «sanciones ejemplares contra cualquiera que infrinja las normas, sea cual sea su rango en la jerarquía» del Polisario, siempre según el mismo sitio en línea.

Proferiéndo sus amenazas, Brahim Ghali sabe que tiene que hacer frente a la reticencia o resistencia de varios responsables saharauis. Dignatarios del frente reacios a llevar a los miembros de sus familias en los campamentos de Tinduf, prefiriendo dar a sus hijos una escuela cómoda lejos de las condiciones de vida miserable de los campamentos.

De hecho, aseguran nuestras fuentes en los campamentos de Tinduf, la salida verbal exasperada de Brahim Ghali fue dictada por la ola de rabia e indignación que prevalece entre la población saharaui en los campamentos. Agotados por años de miseria, las privaciones y prohibidos de moverse o hablar libremente, los saharauis de Tinduf son cada vez más conscientes de que son el blanco de la broma en el Sahara Occidental.

La población del campamento saharaui están convencidos de que su función se limita a ser utilizados como medio de presión en las manos de Argelia y el Polisario para chantajear a Marruecos y la comunidad internacional. Y eso es lo que hace convertir su ira amarga y la reacción contra los jefes del Polisario aún más impredecible.