El régimen argelino no se cansa de la batalla diplomática que lléva desde hace tiempo conra Marruecos sobre el Sahara Occidental.

¿No viéndo venir nada desde el lado de la ONU y su enviado para el Sahara, Christopher Ross, que acaba de terminar su quinta visita a la región, el gobierno argelino, donde el conflicto del Sáhara Occidental es uno de los dossier prioritarios de su diplomacia, se arrojo de nuevo en los brazos de sus amigos africanos. Estos que a menudo necesitan ayuda financiera del exterior, son para las autoridades de Argel, más fáciles de doblar a sus ambiciones hegemónicas y a su sed de liderazgo incluso de balcanizar la región por la amputación de Marruecos de su Sahara.

Tres días después del paso del mediador de la ONU en Argel, el Ministro Delegado encargado de Asuntos del Magreb y África Abdelkader Messahel voló para una gira africana que lo llevaría a Zimbabwe, Benin y Níger.

En Harare, la capital de Zimbabwe que actualmente ocupa la presidencia de turno de la Unión Africana (UA), el ministro argelino fué recibido el viernes, 27 de febrero, por el presidente de Zimbabue, Robert Mugabe.

Messahel lleva los mensajes del presidente de Argelia, Abdelaziz Buteflika tratando oficialmente sobre «el fortalecimiento de las relaciones bilaterales con estos países hermanos y de la concertación sobre la situación general en África y las cuestiones internacionales de interés común». Sin embargo, fuentes diplomáticas africanas, «el enviado especial» de Buteflika es más responsable de una misión muy especial de arrebatar un nuevo apoyo a los países africanos a favor de las demandas independentistas del Frente Polisario y en visperas una reunión decisiva del Consejo de Seguridad de la ONU en abril sobre la cuestión del Sahara Occidental.

El responsable argelino mostrará, por supuesto, una gran reserva en sus declaraciones a la prensa local, para evitar revelar detalles que molestan especialmente en el dossier relativo al conflicto del Sáhara Occidental y el boicot del Foro Mundial de Crans Montana programado del 12 al 14 de marzo en Dakhla, en el sur de Marruecos. El Reino de Marruecos permanece vigilante está, ya que el foro se mantiene en su fecha inicial en Dakhla y el jefe de la diplomacia marroquí, Salaheddine Mezouar también llevó su contra-ofensiva en suelo africano.