Jennifer Rubin, el columnista del Washington Post no tiene ni idea del impacto que causó su último artículo en las filas del Polisario. Lo que es seguro es que el alboroto de esta crónica que pone en la picota el Frente apoyado por Argelia, no se va a apaciguar según fuentes bien informadas en Tindouf.
Mohamed Abdelaziz, el inamovible jefe del Polisario y algunos de sus lugartenientes más cercanos fueron apresuradamente convocados por los altos responsables del DRS, el oscuro servicio de inteligencia militar argelina, después de la publicación del artículo.
El análisis del Washington Post en realidad sigue varios otros reportages publicados en los Estados Unidos y otras capitales occidentales, todas los cuales fueron juzgados negativos por Argel. La reunión se dedicó casi exclusivamente a dicho articulo: la estratégia de los derechos humanos utilizada por Argelia y el Polisario en el último mes en el Sáhara Occidental ha llegado a su límite. La maniobra de poner en marcha los elementos extremistas pro-Polisario en la acción de provocacion contra las fuerzas de seguridad marroquíés no ha cuajado. Peor aún, el efecto mediático esperado a escala internacional es insignificante. La evidencia es el artículo abrumàndo el Polisario publicado en el prestigioso diario The Washington Post.

Esta incómoda situación ha llevado a Argel a considerar el uso de otros influyentes grupos de presión en Washington y Nueva York para tratar de revertir la imagen que se está instalando màs allà del atlàntico. De hecho, los responsables políticos y los observadores políticos están convencidos de que el conflicto del Sáhara Occidental es en realidad un reflejo de una disputa entre Argelia y Marruecos. El Polisario siendo un testaferro que no existiría sin el apoyo político, financiero y militar de Argel. Pero no importa, el DRS, según las mismas fuentes, ha reservado al Polisario un papel sobre medida de la nueva estrategia de comunicación destinada a mejorar la imagen del Frente separatista.