Según fuentes bien informadas en Tinduf, la dirección del Polisario estaba muy molesta por un reciente informe de la famosa Fundación Carnegie, que revela la infiltración de los campamentos de Tinduf por las redes de tráfico de drogas, que el think tank americano llama verdadera «franquicias de AQMI» en el Sahel. El informe de la Fundación Carnegie ha estropeado la satisfacción sentida por los apparatchiks del Frente, después de la publicación de otro informe favorable al Polisario, aquél de Kerry Kennedy, presidenta de la fundación del mismo nombre. Según las mismas fuentes, los líderes del Frente Polisario que luchan con el apoyo de Argelia por la independencia de la región del Sáhara Occidental fueron muy avergonzados por las revelaciones de la Fundación Carnegie.
Este último informe prevé en efecto que «la red AQMI en el Sahel trabaja sin descanso para consolidar su asociación con el narcotráfico en los campamentos de Tinduf, que han infiltrado a gran escala reclutàndo a jovenes frustrados y sin esperanza de un mañana mejor «.

Las conclusiones de éste informe son aún más embarazosos para el Polisario que corroboran los de otra. El Potomac Institut asegura por su lado que el conflicto del Sáhara Occidental que alimenta las rivalidades regionales, representa un campo favorable para «la expansión de AQMI en la región». La inmensa zona desértica del Sahara y el Sahel se ha convertido en un terreno fértil para la proliferación de grupos terroristas. Equipados con armamento sofisticado y medios logisticos traidos de los arsenales libios en 2011, los grupos yihadistas no han parado de ganar en confiànza y en audacia. El secuestro de rehénes occidentales se han multiplicado en Malí, Mauritania,y en Níger. Y en el interior de los campamentos del Polisario en Tinduf, donde tres cooperantes de nacionalidad española y italiana fueron secuestrados antes de ser liberados algunos meses más tarde contra el pago de un rescate de 15 millones de euros.