En los entresijos de la dirección del Polisario, los principales líderes del Frente están muy divididos sobre la decisión de Marruecos de retirar la confianza a Christopher Ross. Según fuentes bien informadas en Tinduf, una parte del directorio independentista sin duda se alegra de éste anuncio. Pero otros miembros temen, sin embargo, que la decisión marroquí no dé lugar a una obstrucción. El proceso desolucion, puede llegar a ser permanente, sin una perspectiva clara sobre las medidas que deban tomarse. Los detentores de este análisis temen que Marruecos aproveche esta conyunctura para acelerar la ejecución de su estrategia general de regionalización.
Sobre todo cuando la obra de la división del reino en regiones más o menos autónomas provea el punto de prioridad, del plan de autonomía para el Sáhara Occidental. Una perspectiva que arriesga a sus ojos, de llevar agua al molino de Marruecos, especialmente cuando la propuesta de autonomía está muy bien considerada a nivel internacional. El Consejo de Seguridad la ha considerado de seria y creíble para la negociación. Al igual que muchas capitales, comenzando por París y Washington, la ven como la única propuesta «realista» para la solución de este conflicto regionale de casi cuatro décadas de edad.

Por otra parte, los miembros los más audaces del Frente Polisario reconocen en voz baja los más, la caótica situación en el Sahel y la toma de las riéndas del norte de Malí por los tuaregs y los grupos islámicos, complican la situación. Ninguna capital en el mundo, con excepción de Argelia, cree en serio en la historia de una república saharaui. Es por eso que los más escépticos entre los dirigentes del Polisario ven en el choque de Marruecos con Christopher Ross, un riesgo potencial de que no necesariamente sirve sus cálculos, ni los de su aliado Argelino. Porque no es la primera vez que un mediador de la ONU queda desautorizado en éste conflicto. Ha habido precedentes del americano James Baker, su sucesor, el Holàndes Peter van Walsum. El uno y el otro fueron desaprobados por una y otra parte su «imparcialidad». Con Ross, Marruecos parece decidido a no dar marcha atrás, reconocen estos miembros del Polisario. Y enfrente, el Secretario General, Ban Ki-moon, debe tener esto en cuenta.