Las relaciones entre Argelia y Marruecos son muy malas debido al conflicto sobre el Sahara Occidental, pero lo que a menudo se pasa por alto es la enorme pérdida económica y social generada por las fronteras cerradas entre los dos países como acaba de recordar la famosa revista británica The Economist.
Argelia y Marruecos están pagando un alto precio por el cierre de sus fronteras, las pérdidas anuales estimadas en 2 puntos porcentuales del PIB, según el semanario económico británico en su edición del fin de semana.
«Si Marruecos y Argelia habían cumplido su compromiso de 1989 de formar una unión económica con Túnez, Libia y Mauritania, hoy estarían entre las mayores economías del mundo árabe y Oriente Medio», dice The Economist.
Los dos países vecinos no están exentos de fortalezas, destaca el semanario. «Su población es predominantemente sunita, la mano de obra es disponible y puede ser un puente de Europa hacia África.»
En Argelia, los ingresos del petróleo han permitido de llevar a cabo grandes programas de infraestructura, mientras que Marruecos penetra rápidamente a través de las políticas de apertura económica del rey Mohammed VI.
«El Reino está en el puesto 68 en el ranking Doing Business del Banco Mundial, el 88 puesto por encima de Argelia», dice The Economist.
Pero el proyecto Magreb fue abortado debido al conflicto del Sahara Occidental, esta región semi-desierta del sur de Marruecos, que es reclamada por el frente separatista del Polisario con el apoyo activo de Argel.
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