Unas semanas antes de la presentación del informe del Secretario General de la ONU al Consejo de Seguridad sobre el tema del Sahara, el Polisario está a la defensiva, el frente separatista apoyado por Argelia se ha visto socavado por dos reveses diplomáticos sucesivos a nivel de la Unión Europea y los Estados Unidos.
Anunciado el miércoles 21 de marzo, la decisión de la Comisión Europea de negociar con Marruecos la renovación del acuerdo pesquero que incluye las aguas del Sahara, sacudió fuertemente al Polisario. El mismo aprieto se notó en el lado argelino, cuyos medios cercanos al poder en Argel continúan disparando balas de fogueo sobre el ejecutivo de Bruselas.
El argumento presentado por los periódicos y los sitios electrónicos, cuyos editores se sabe que marcan con altos mandos militares argelinos, es la sentencia del TJUE del 27 de febrero.
Sin embargo, al decidir negociar con Marruecos la renovación del acuerdo de pesca, incluido el Sáhara Occidental, Bruselas no ha ignorado la sentencia del Tribunal de Justicia Europeo. El ejecutivo europeo simplemente tomó en cuenta la otra parte de la sentencia, a saber, que el TJUE no reconoce al Polisario como representante de los saharauis.
Las protestas del Frente separatista no han socavado la decisión de Bruselas o su intención de negociar la renovación del acuerdo de pesca, que expira el próximo mes de julio.
El otro revés se produjo al día siguiente, el jueves 22 de marzo en Washington, donde el Congreso de EE. UU. Votó la ley de presupuesto estadounidense para el año 2018 que establece que los fondos de asistencia para Marruecos también se refieren al Sahara.
Pero lejos de estar al final de sus penas, el Polisario y Argelia ahora temen la etapa del Consejo de Seguridad a fines de abril. Sobre todo porque el organismo de la ONU se ha sobradamente inquietado por las incursiones del Polisario en la zona de Guergarat, el miércoles, 21 de marzo después de la reunión del Enviado del Secretario General de la ONU para el Sahara, Horst Kohler.