Los dirigentes del Polisario son cada vez más escépticos de la eficiencia de la estrategia de acoso jurídico llevada a cabo contra los buques que transportan fosfato de Marruecos, sobre todo después del revés sufrido por el frente separatista como consecuencia de la denegación de la justicia uruguaya de apoderarse de un cargamento de 300 toneladas de fosfatos.

De acuerdo con buenas fuentes en Tinduf, la sede del Polisario en Argelia, la decisión de la corte de Uruguay era tanto más sorprendente que emana de la justicia de un país tradicionalmente sensible a las demandas separatistas del Polisario y de Argelia sobre el Sahara occidental.

Sin embargo, esta no es la primera decisión de este tipo que viene a enfriar el ardor del frente  con el apoyo de Argel. En junio pasado, el Polisario había sido desilusionado cuando un tribunal panameño también había rechazó su petición de detener a un barco que transportaba fosfatos del yacimiento Phosboucraa en el Sahara, y destinado a los clientes del OCP en Vancouver en Canadá.

La creencia de que un tribunal nacional no es el tribunal competente para decidir sobre una cuestión política internacional, la justicia de Panameña sostuvo que no había pruebas de que el cargamento pertenecía a los solicitantes, o sea el Polisario. El barco había normalmente continuado su viaje con su carga de fosfato.

Lo más preocupante para el Polisario después de este doble rechazo por el tribunal de Uruguay y de Panamá, es el aprieto en el cuál se encuentra las autoridades en Sudáfrica, que continúan bloqueando, desde el pasado mes de mayo, un barco que transportaba fosfato de Marruecos.

El 15 de junio, un tribunal de Sudáfrica ha tramitado el juicio en espera de la sentencia sobre el fondo del caso, pero está claro que la decisión fue dictada por consideraciones políticas, el gobierno de Sudáfrica es conocido por su apoyo incondicional al Polisario y su hostilidad a Marruecos sobre el Sahara.